23.11.24
LAS MUJERES EN GAZA VICTIMAS INVISIBLES DE UN CONFLICTO DEVASTADOR
Agustin Omaña
El conflicto armado en Gaza sigue cobrando un precio devastador, no solo en términos de vidas perdidas, sino también en el impacto profundo y desproporcionado que tiene sobre las mujeres palestinas. Atrapadas en un fuego cruzado entre bandos, enfrentan una realidad marcada por la violencia, el desplazamiento y la pérdida, con su sufrimiento frecuentemente ignorado o silenciado.
En estos meses de intensificación del conflicto, más de 10,000 mujeres han perdido la vida, incluidas unas 6,000 madres. Esto ha dejado a 19,000 niñas y niños huérfanos, quienes ahora dependen de familiares sobrevivientes o de una red social fracturada en medio de la guerra. Para las mujeres que han logrado sobrevivir, el panorama no es menos desolador: muchas han enviudado, han perdido sus hogares y ahora enfrentan la inanición en condiciones de extrema pobreza.
El impacto de la guerra en Gaza sobre las mujeres va más allá de las estadísticas. En un conflicto donde los ataques indiscriminados son frecuentes, las mujeres no solo son víctimas directas de los bombardeos y las operaciones militares, sino también de formas específicas de violencia asociadas a los conflictos armados.
A pesar de la violencia que experimentan, las mujeres asumen la responsabilidad de garantizar la supervivencia de sus familias. Muchas se ven obligadas a encontrar recursos para alimentar a sus hijos e hijas, a menudo sin acceso a empleo, atención médica o servicios básicos. Esta doble carga como víctimas y sostenedoras de sus familias una de las facetas más crudas del conflicto: su impacto diferenciado en las mujeres.
Las mujeres palestinas, particularmente en Gaza, enfrentan una lucha diaria para sobrevivir en un entorno que constantemente amenaza sus vidas y su dignidad. Según la Corte Internacional de Justicia, las acciones militares israelíes han puesto a la población palestina en un riesgo inminente de genocidio, y las mujeres son, en muchos sentidos, las principales víctimas de esta crisis.
A medida que los bombardeos y las operaciones militares continúan, miles de mujeres se han quedado sin hogar, desplazadas dentro de un territorio ya saturado por refugiados. Algunas viven en albergues improvisados, mientras que otras intentan reconstruir sus vidas entre los escombros de lo que alguna vez fueron sus hogares. Sin acceso adecuado a agua, alimentos y medicinas, su lucha por la supervivencia es cada día más difícil.

A pesar de estas adversidades, las mujeres de Gaza han demostrado una resiliencia impresionante. En comunidades destrozadas por la guerra, muchas mujeres han tomado la iniciativa para organizar redes de apoyo y ayuda humanitaria. Estas redes no solo ofrecen recursos básicos, sino también espacios seguros para otras mujeres que enfrentan violencia y traumas psicológicos.
En algunos casos, estas mujeres también han liderado esfuerzos para documentar violaciones de derechos humanos, asegurando que los crímenes cometidos en Gaza no queden en la impunidad. Su papel en la resistencia y la denuncia ha sido fundamental para visibilizar el impacto de la guerra en el escenario internacional.
El conflicto en Gaza no solo es una guerra contra un territorio, sino también una guerra contra sus mujeres. Ignorar su sufrimiento perpetúa un ciclo de violencia y desigualdad que seguirá afectando a futuras generaciones.
Es hora de que la comunidad internacional deje de silenciar las voces de las mujeres palestinas y actúe con urgencia para protegerlas, no solo como víctimas de este conflicto, sino como agentes clave en la reconstrucción de la paz y la justicia en una de las regiones más devastadas del mundo.
Este conflicto no puede analizarse solo en términos de poder político y militar; debe incluir también las historias de las mujeres que luchan cada día por sobrevivir y mantener vivas a sus familias en un entorno que constantemente amenaza con destruirlas.